Son numerosas las enfermedades transmitidas por vectores de importancia para la salud pública: Dengue, Zika, Chikungunya, Fiebre Amarilla, Paludismo, Chagas, Leptospirosis, Leishmaniasis, las cuales se propagan mediante algunos organismos, como insectos que transportan virus, parásitos y bacterias a humanos.

Emiliana Orcellet y Martina Villanova, Licenciadas en Salud Ambiental (UNER) que estudian los factores de riesgo para la transmisión de Leishmaniasis visceral en la ciudad de Concepción del Uruguay, brindaron detalles al respecto.

“El propósito de esta actividad fue establecer las zonas con características ambientales propicias para el desarrollo del vector, teniendo en cuenta que el departamento Uruguay es considerado vulnerable -según la definición de la Organización Panamericana de la Salud- por contigüidad con zona de transmisión de la Leishmaniasis Visceral canina.

“Los veterinarios de práctica privada aseguran que han diagnosticado casos en el sector, por lo que resulta necesario determinar la situación epidemiológica real y autoctonía o importación de casos caninos para describir los factores de riesgo asociados a la transmisión en áreas contiguas al límite”, señalaron las profesionales.

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Las especialistas caracterizaron a la Leishmaniasis como “una enfermedad zoonótica causada por parásitos protozoarios que pertenecen al género Leishmania. Son transmitidos a los seres humanos por la picadura de una hembra, un insecto perteneciente al orden Díptera que previamente ha picado a un mamífero infectado”.

Anualmente ocurren en el mundo entre 200.000 y 400.000 casos de leishmaniasis visceral, y  700.000 a  1.200.000  casos de leishmaniasis cutánea.

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Consultadas sobre la Leishmaniasis Visceral canina, Villanova y Orcellet  la describen  como “una infección crónica con formas asintomáticas u oligosintomáticas que presenta manifestaciones dérmicas, hasta desencadenar la muerte de los animales que la padecen”.

“El perro puede infectarse por vía vectorial, por transmisión vertical de hembra a cachorros, horizontal por transmisión sexual, transfusional o mecánica por mala praxis”, indicaron.

Fue declarada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) como una importante enfermedad debido a su potencial zoonótico, y por ser endémica en más de 70 países, afectar a más de 2,5 millones de caninos alrededor del mundo y presentar una distribución geográfica coincidente con el vector; principalmente en América.

En la ciudad de Concepción del Uruguay existen factores de riesgo ambiental, biológicos y culturales asociados a la ocurrencia de casos de Leishmaniasis Visceral canina.

Con relación al contagio, especialistas del lugar identifican causales de enfermedad la realización de viajes a zonas endémicas y el contacto con  positivos. Todos identifican los aspectos ambientales como riesgo para la enfermedad”, señalan.

Cabe destacar que la Leishmaniasis Visceral históricamente  rural en  el nordeste  de  Brasil,  Colombia  y  Venezuela,  desde  las décadas de 1979-1980, se urbanizó, y comenzó a dispersarse rápidamente hacia el sur por diferentes vías  registrándose su presencia  en la provincia de Formosa -Argentina- por primera vez, en el año 2004.

FUENTE: APFDigital