En las últimas semanas, las bajas temperaturas en gran parte del país fueron protagonistas excluyentes en el sector agropecuario. El pasado mes de junio se destacó no solo por el termómetro que descendió a niveles históricos, sino también por la falta de lluvias. 

“Si se analizan las lluvias normales durante el año, junio-julio y agosto son los meses de menor precipitación en la región y el promedio esperado para estos meses ronda entre los 30 y 50 mm, pero lo que se registró en junio fue un promedio de 6 mm y es de los más bajos registrados desde 2004 en adelante”, comunicó el titular del Sistema de Información de Bolsa de Cereales (Proyecto Siber), Pablo Fontanini. Y agregó: “En los últimos 20 años de registro pluviométrico, solo en dos o tres ocasiones se dieron valores mínimos durante junio”.

“No hubo precipitaciones en los últimos 15 días, pero los pronósticos anuncian probabilidad de ocurrencia de lluvias en la región a partir del jueves y hasta el sábado, cuando se estacionaría un frente y dejaría algunos milímetros”, anunció al remarcar: “Los modelos arrojan precipitaciones en torno a los 10/15 mm con algunos sectores que podrían quedaría con faltante de lluvias”.

De hecho, el ingeniero agrónomo repasó que “la primera quincena de julio fue una de las más frías y batió records históricos: Gualeguaychú fue de las ciudades más frías del país con una mínima que cruzó la barrera de -7ºC y toda la región se vio bajo una influencia de frío”.

Consultado al especialista cómo afectan la ola polar y la falta de lluvias en los cultivos entrerrianos, éste explicó que “no habría afectaciones severas, ni daños, ni pérdidas de hectáreas cultivadas, porque la mayor parte del área se sembró con trigo, que es un cultivo invernal; hay pocas hectáreas sembradas con lino y el pulso seco limitó el crecimiento de las brasicáceas, colza, carinata y camelina”.

“Tanto el trigo como las brasicáceas, cuando alcanzan el estado de roseta, soportan muy bien las heladas, con lo cual, solo se observa un poco de daño en algunas hojas o una tasa de crecimiento muy baja debido a las bajas temperaturas”, repasó.

Y agregó: “En el sur de la provincia hubo días en los que se registraron más de diez horas con temperaturas por debajo de los 10ºC y eso da cuenta de la importante ola de frío que se vivió en estos últimos 15 días”.

De igual manera, Fontanini dio cuenta de pronósticos alentadores porque “las temperaturas están incrementándose, con máximas que superan los 18ºC”.

“Para que el cultivo despegue en el crecimiento, falta la precipitación, porque quedan hectáreas por sembrar y el productor se está preguntando si podrá hacerlo o no”, reconoció al destacar: “Se necesitan lluvias del orden de los 20/30 mm que mejoren la humedad para la siembra y posibiliten la emergencia y buen stand de plantas en los últimos lotes sembrados, que en algunos casos se hicieron con la humedad justa en la cama de siembra o a una profundidad más honda para especular a que ocurran las precipitaciones”. 

FUENTE: El Once