Las Federaciones de Sociedades Rurales de Chubut, de Instituciones Agrarias de Santa Cruz y de Sociedades Rurales de Río Negro, la Sociedad Rural de Neuquén y la Asociación Rural de Tierra del Fuego pidieron este miércoles acciones concretas por parte del Estado para poder realizar un manejo sustentable del guanaco y evitar que continúe su sobrepoblación, que afecta a la producción ovina típica de la Patagonia.

Estas entidades, que forman parte de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), formularon esta demanda en apoyo y acompañamiento al comunicado que hicieron trascender en las últimas horas las Confederaciones de Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa y Misiones, en las que reclamaron por la falta de medidas para frenar el avance de especies invasoras exóticas, como el jabalí, el chancho asilvestrado y el ciervo axis.

“Desde nuestras Federaciones venimos reclamando a las autoridades nacionales y provinciales la necesidad de tener una política conjunta no en contra de la fauna, sino en la búsqueda de políticas que den sustentabilidad a la producción y el mantenimiento de la misma”, señalaron las Federaciones patagónicas.

EL PROBLEMA DEL GUANACO EN EL SUR

En concreto, las Rurales del sur del país remarcaron que su problema no está solo en la propagación de especies exóticas, sino también en la superpoblación de especies originarias, como el referido guanaco, que “muy por el contrario de estar en extinción, su incremento hace inviable la producción ovina”.

Es un dato no menor habida cuenta que, por las características geográficas y climáticas que tiene la Patagonia, la cría de ovejas y corderos es prácticamente la única posibilidad de subsistencia en lo que se refiere al rubro agropecuario.

“La Patagonia cubre el 25% del territorio nacional y posee el 55 % del stock ovino nacional, el cual se vio reducido en los últimos 20 años en un 32% pasando de tener cerca de 10 millones de ovinos a menos de 7 millones”, repasaron las Federaciones.

Y agregaron: “Debido a las sequías prolongadas, el productor patagónico fue adecuando la receptividad de sus campos a la situación imperante bajando la carga animal, pero no pudo hacerlo con el guanaco”.

El problema es que estos animales se comen el forraje de los ovinos y obligan a trasladar a estos últimos a lugares más pequeños, donde se vuelven presa fácil de los depredadores.

“El abandono de campos y la baja de las existencias provocaron un aumento de mortandad por parte de los predadores como zorros y pumas, que ven en la oveja un alimento sencillo de lograr. La producción ovina es la única actividad posible en las grandes extensiones patagónicas”, insistieron.

En ese marco, cerraron: “Por tal motivo, ratificamos el pedido de nuestras confederadas del norte, solicitando a las autoridades nacionales y provinciales un trabajo conjunto con el sector privado que permita la sustentabilidad de la producción y el mantenimiento de la fauna.

FUENTE: Infocampo