Este conjunto de entrerrianos, hace ya más de diez años que batalla cual Quijote contra molinos de viento, insistiendo con un arreglo definitivo para esta ruta del centro de nuestra provincia, donde han ocurrido infinidad de accidentes que se han llevado vidas. Un puñado de vecinos, consubstanciados con el tema, responsables, constantes pero que deberían ser muchos más debido a lo transitada que es esta ruta.

Los integrantes de S.O.S RUTA20, han insistido, una y otra vez en reuniones con funcionarios de los diferentes gobiernos, con la solución inmediata a este grave problema. Del otro lado, funcionarios sordos o que escuchan, pero no actúan, prometen y prometen arreglos que terminan en tan solo parches en el asfalto. Son los mismos funcionarios, que, a través de estos diez años, han mostrado en los medios de prensa, el supuesto empeño a dar esa solución que nunca llega.

La prensa se ha hecho eco de cada reclamo, reflejando en la mayoría de las veces, la inseguridad que significa transitar, otras, las menos, se ha plegado al discurso del oficialismo de turno o de la oposición, olvidando intencionalmente o no, que los integrantes de S.O.S. RUTA20 han venido reclamando con insistencia con los diferentes gobiernos provinciales y que hoy, luego del 10 de diciembre, lo siguen haciendo con la misma fuerza.

Y aquí nos detenemos para evaluar el rol que debemos cumplir como comunicadores, desde donde nos paramos para dar la noticia, para trascribir o redactar lo que aquellos que reclaman nos dicen. En este caso, lo que se pone en juego son vidas humanas, no solo bienes materiales de particulares y debemos ser cuidadosos. Cada medio tiene su línea editorial y ello es lógico, pero no implica el derecho a “maquillar” la realidad.

El reclamo lo recibieron Sergio Urribarri y Gustavo Bordet quienes durante años poco y nada hicieron por la RP20, a la par que inauguraban públicamente, rutas como la 51 que une Urdinarrain con Larroque y de la cual un tramo, duró tan solo dos años sin romperse. Pero también lo recibió hace unas semanas el actual gobernador Rogelio Frigerio, quién prometió a los vecinos, mejoras a partir de mediados de este mes. Si bien gran parte de la responsabilidad es de quienes gobernaron durante varios años, eso no quita la de quienes gobiernan ahora, la necesidad de una solución es urgente, el “no hay plata” o el “esperemos a más adelante” de hoy, puede significar la pérdida de una vida y la destrucción de una familia mañana, los accidentes y roturas de cubiertas se suceden día a día. La alcantarilla que se encuentra emplazada llegando a Gualeguaychú antes del puente sobre la autovía 14, “corre serio riesgo de desmoronamiento cuando menos se lo piense”, según vienen informando desde hace unos meses, los integrantes de S.O.S. RUTA20. El mismo paso por sobre la autovía mesopotámica, tiene resquebrajado su asfalto con marcas en el centro lo que presupone un desmoronamiento de los costados, incluso un cruce de rutas muy peligroso para quienes ingresan a la ciudad de Gualeguaychú circulando por la RN14 desde el norte.

La solución urge, no alcanza con el desmalezamiento que se ha hecho, desde la última reunión con el gobernador de S.O.S. RUTA20 (5/8/24), las redes sociales se han hecho eco de diversos accidentes, la solución no puede esperar más, aunque no haya plata, porque no podemos cuantificar el valor de una vida, no importa quien esté gobernando.

Este reclamo no debe partidizarse, no puede transformarse en una presa política, es un tema muy importante para la totalidad de la ciudadanía, involucra nada más que la vida misma y no puede ser objeto de la especulación política.

*Eugenio Jacquemain, Periodista, docente